Título en Español: Dulce Tentación
Autora: Carole Matthews
Traducción: Mercedes Núñez
Diseño de Portada: Beatriz Tobar
Editorial: Punto de lectura
Páginas: 523
- ¿Ese es uno de esos libros de portadas chillonas como el que me prestaste?
La que preguntaba no era otra que mi madre, y se refería a los libros de "Marian Keyes". Evidentemente, la respuesta fue negativa, ya que cómo podéis comprobar en la ficha técnica del libro, la autora es otra, sin embargo, tampoco iba demasiado desencaminada puesto que, al igual que las novelas escritas por la autora anteriormente citada, "Dulce Tentación" pertenece al mismo género, conocido comúnmente como "chick-lit", aunque también hay que reconocer que, dentro del género, los hay mejores y peores y este se encuentra dentro de aquellos que, a mí personalmente, más me han gustado de los que han caído en mis manos.
Llegó hasta mí a través de la más fortuita casualidad, ya que por norma general no suelo dejarme caer demasiado por el género, sin embargo, de vez en cuando, si que me apetece leer una historia fácil y rápida con la que, simplemente, pasen las horas muertas de una forma más o menos entretenida. Unas veces acierto y otras no. Y como estos libros lo que tienen es que si te enganchan, te mantienen de lo más entretenido y para tu sorpresa las horas se pasan casi sin darte cuenta, lo cual los hace ideales para viajes, veranos y demás, pero como no consigan engancharte se convierten en tostonacos de mucho cuidado que estás deseando acabar, y es que no hay nada peor que un libro mal atragantado...
Y allí estaba yo, a principios de verano, buscando lecturas ligeras para las vacaciones, libros que no me dieran demasiado que pensar y que no tuviera problema alguno en llevármelo a la playa que era dónde principalmente se iban a desarrollar mis vacas. No conocía a la autora y tampoco es que su argumento destacara sobre el resto, así que sí, fue una apuesta a ciegas que, afortunadamente, acabé ganando...o al menos no perdí demasiado.
En "Dulce Tentación" nos encontramos con tres personajes principales que llevaran el peso de toda la historia: Sadie, Gil y Tavis, aunque a su alrededor haya otras personas que también tengan cierta influencia dentro de la misma. Sadie, la protagonista principal del libro, conoce a Gil en Londres mientras trabaja en repartiendo folletos en una feria y el flechazo es instantáneo. Pero resulta que él es un importante productor de cine en Hollywood y esa es su última noche en la ciudad así que a pesar, de la fantástica velada que ambos comparten, tienen que separarse cuando apenas si han tenido tiempo para conocerse, aunque ellos sientan que se conocen de toda la vida y demás murgas, ya saben lo que dicen, el amor es ciego y las flechas de Cupido pueden alcanzarnos en el momento más inesperado. Tanto es así que cuando el muchacho le propone que vaya a pasar una temporada con él, ni siquiera se lo piensa un momento y decide lanzarse a sus brazos, viaje tras-oceánico incluido. ¡Ala! ¡Vamos que nos vamos que estamos que lo tiramos! Claro que, una vez que llega allí, se da cuenta de que las cosas no son tan idílicas como ella esperaba y que su supuesto príncipe azul puede resultar siendo más bien una rana verde. Y es que hay ciertos factores con los que Sadie no contaba, puesto que tampoco es que nadie la haya puesto sobre aviso, entre ellos, el más destacable es Gina, la neurótica ex-esposa de Gil que no para de meterlo en líos que hacen que su relación con Sadie no sea todo lo buena que pudiera ser. Entre los infortunios de Sadie, aparecerá Tavis en su vida, un actor con mala suerte que aparece siempre que la chica tiene un problema, aunque parece ser que no se siente atraído por ella y precisamente por eso la muchacha se siente tan cómoda a su lado. Y entre ellos anda el juego, no cuento más que para eso tenéis el libro...
Al contrario de lo que me pasó con el anterior libro, en este caso tengo que reconocer que me ha gustado. Bastante. No es el gran libro de mi vida. Y tampoco puedo decir que sea de esos libros que recordaré incluso pasado el tiempo, pero cumple con las expectativas que había puesto en él y con eso me basta y me sobra, tenía ganas de una historia ligera y entretenida, con un vocabulario sencillo y que no me diera demasiados quebraderos de cabeza para mis vacaciones playeras y precisamente eso es lo que ofrece, justo lo que promete.
El estilo a la hora de escribirlo también ayuda a que el hilo se coja rápidamente, aunque en un principio pueda resultar un poco raro el cambio de narración que hace, ya que, por un lado, será Sadie la que, a modo de extraño diario, nos cuenta en primera persona y en presente los acontecimientos que a su alrededor ocurren, acompañados de ciertos pensamientos y reflexiones, y al lector le da sensación de cercanía con la protagonista, y, en cierta forma se la entiende, mínimamente, pero bueno, se la puede llegar a entender. No se empatiza con ella porque es que le pasa de todo y, aunque a veces la realidad pueda superar a la ficción es difícil ponerse en según que situaciones, que la chica tiene muchísima suerte, tanto buena como mala, que toda se la ha llevado ella y nos ha dejado a los demás sin nada, que por mí mi mala suerte se la puede quedar para ella toda todita toda, pero hombre...¡que reparta un poco de la buena!¡Que no sea tan acaparadora! Por otro lado, alternándose con la voz de Sadie, nos encontramos con un narrador omnipresente que, en pasado, nos narra las peripecias del resto de personajes, con lo cual se consigue un ambiente más objetivo que el propio punto de vista de Sadie, y conocemos al resto de personas que interactúan con ella en un entorno en el que no aparece, dando una visión más completa de todo lo que acontece.
En conclusión, aquí nos encontramos con una dulce tentación, la de Sadie, que se defiende como puede dentro de un triángulo amoroso constante entre dos hombres a cada cual más estupendo. Una historia que intenta mantener el misterio de cuál de los dos será el afortunado que se quedará con la chica pero, aunque lo intente, el final es bastante previsible: se le da al lector lo que quiere, para que se le quede buen sabor de boca y repita.
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