Ni sé la de tiempo que hace que tengo este libro. Un momento. Sí que lo sé. Gracias a esa rara costumbre que tengo de apuntar las fechas en la primera página del libro. Y éste, en concreto, data del año 2004, del 15/07/2004 más concretamente.
Recuerdo que fue parte de una promoción que conseguí por Internet. El único libro que, hasta el momento, he tenido la suerte de recibir de recibir en casita por estos medios. A ver si el destino me depara más suerte en cuanto a estos ámbitos se refiere. Aunque también es verdad que tampoco la he tentado la suerte y es un poco como esperar que te toque la loteria sin comprar boleto alguno. Así que tampoco me puedo quejar demasiado tampoco.
En la promoción de la que os hablaba, se promocionaban dos libros, este y otro de cuyo título no logro acordarme, que le tocó a mi chico de por aquel entonces. Entramos en la misma porque nos llamó la atención que se tratara de un libro-juego y porque nos recordó muchísimo a aquellos libros de D&D que tanto nos gustaban cuando éramos más jóvenes en los que tú eras el héroe o el bandido, en los que las decisiones a seguir en cada una de las encrucijadas con las que te encontrabas a lo largo de las páginas, aún partiendo de una serie de opciones dadas por el creador de la aventura, las tomabas tú mismo y, tanto si conseguías llegar indemne hasta el final del camino, como si te quedabas más tieso que una mojama cuando menos te lo esperabas, no era más que las consecuencias de tus propias decisiones, aunque estas fueran en sí la consecuencia de una serie de acciones anteriormente premeditadas por aquél que dio forma a la aventura a la que accedes cuando abres la primera página.
TÍTULO: El Hechicero y la montaña de fuego.
AUTORES: Steve Jackson- Ian Livingstone.
ILUSTRACIONES: Russ Nicholson.
TIpo de libro: Libro Aventura
Editorial: Timun Mas
Páginas: 181
Para aquellos que ya conozcan los libros de D&D de los que os hablaba anteriormente, este tipo de libros no supondrá ninguna novedad. Quizás para los que no los conozcan tampoco, puede que ya se hayan topado con otros que usen una dinámica similar, puesto que hubo un tiempo, después de que saliera este del que os hablo, que se pusieron bastante de moda entre ciertos sectores de la juventud. Y es que son libros diferentes, amenos, entretenidos y bastante adictivos, porque no tienen fecha de caducidad, porque cada vez que los lees te puedes encontrar con una aventura distinta. Además, El hechicero de la montaña de fuego, incluye una nueva novedad con respecto a este tipo de libros, y es que, además de poder tomar decisiones en base a lo que nos vayamos encontrarnos, las habilidades de nuestro personaje y la suerte que tengamos, también influirán en nuestro destino. Así pues, lo que realmente tenemos entre manos es una especie de libro de rol individual en el que nuestro máster serán las letras en las que nos indican qué es lo que nos encontramos en cada momento y en cada lugar al que nos desplazamos.
Cómo todo libro de rol, antes de comenzar, nos encontramos con las instrucciones básicas del juego. Cómo tenemos que rellenar la hoja de personaje, con la que nos encontramos en páginas posteriores, y qué dinámica seguir en cada una de las situaciones con la que podamos encontrarnos: combatir con los seres del mundo de las tinieblas, como hacer uso de nuestra destreza, resistencia y suerte, como actuar en los combates, como huir si se nos presenta la oportunidad, como restablecernos, como hacer uso de nuestra mochila de utensilios, etc....
La hoja de personaje está bastante bien, tiene los apartados necesarios para seguir la aventura sin problemas. Sin embargo, lo que si que le veo es que deja muy poco espacio en cada uno de los apartados para hacer nuestras anotaciones. En cuanto se encuentren con alguien que tenga la letra un poco grande, se le va a quedar pequeña enseguida. Por eso, además de por no guarrear demasiado el libro, recomiendo que se haga una copia de la misma en el ordenador o a mano y que sea ahí dónde anotemos nuestros progresos a lo largo de la aventura. Además se hace mucho más cómodo porque la podrás tener a mano mientras vas leyendo y no tienes que andar pasando páginas hacia atrás y hacia delante cada vez que te encuentras con una batalla o tienes que tirar los dados para algo relacionado con las características de tu personaje. Lo sé, porque como podréis comprobar en mi hoja de personajes, empecé escribiendo directamente en el libro, total, era con lápiz....xD
Para la lectura del mismo, por lo tanto, necesitaremos un lápiz y un par de dados de seis caras. No lo han puesto demasiado difícil teniendo en cuenta que en muchos juegos de rol necesitamos dados de distintas caras y muchas veces cualquiera no tiene por casa un dado de 8, 10 o 12 caras, por ejemplo. Sin embargo, dados de seis caras si que tiene todo el mundo de cualquier juego de mesa que ande por ahí por casa. Son los dados normales. Los de toda la vida. Y, si no se tienen, son fáciles de encontrar y baratos de comprar (aunque los otros tampoco es que salgan demasiado caros que digamos). Incluso, en el caso de que no se tengan dos dados, con uno sólo también puede valer, se tira dos veces y se suma el resultado, el procedimiento es el mismo, solo que un poco más cansado xD.
El estilo que se sigue en el libro es un tipo de "rol" descriptivo, parecido al que suele usarse en "Vampiro" y "D&D", aunque también depende del máster que tengamos en cada momento. Este tipo de rol se basa en decirnos lo que nos vamos encontrando en cada momento, ponernos en situación de lo que vemos y, según las circunstancias con las que nos encontremos en cada momento, decidir nuestra actuación. Claro, que cuando jugamos a rol en mesa no nos dan pistas de las opciones que tenemos, sino que se nos tienen que ocurrir a nosotros solitos, como si realmente nos encontrásemos de repente en esa situación, pensando siempre en las características que tiene nuestro personaje. Os pongo un ejemplo de esto que os digo:
Al entrar en la cueva, oyes el crujir de unas fuertes pisadas sobre el suelo rocoso a tu espalda. Te agazapas en un pequeño hueco abierto en la roca junto a la entrada. ¡Las pisadas suenan cada vez con más fuerza y un enorme Ogro irrumpe en la cueva! Mide más de dos metros de alto y se cubre con una tosca vestimenta hecha con la piel de un animal. En la mano lleva una enorme porra de madera. Puedes:
Atacarle al entrar Pasa al 16.
Deslizarte sigilosamente fuera de la cueva sin que él lo note Pasa al 2
Tratar de distraerle arrojándole algún objeto al rincón más apartado de la cueva Pasa al 119.
Aquí, los capítulos no son tales, sino pequeños fragmentos según lo que vayamos encontrando. En ocasiones vienen acompañados por un dibujo en blanco y negro para ponernos mejor en situación y que nos centremos algo más en lo que se supone que estamos viendo en ese momento. A mí, personalmente, me sobran las ilustraciones, me distraen de lo que yo iba imaginando en lugar de darme más pistas del lugar que me cuentan, pero considero que si que puede ayudar a otro tipo de lector.
Me ha gustado bastante. Además de ser de esos libros que puedes volver a leer con el paso del tiempo, pues probablemente tu forma de actuar no sea la misma en un momento que en otro, cada vez que lo lees te puedes encontrar con algo diferente. Aunque en ocasiones también se hace un poco cíclico, es decir, que tires por dónde tires te encuentras con Rodríguez, y acabas llegando al mismo pasaje. Al principio, lo que puede liar un poco, es que se lea por fragmentos y no por capítulos y que haya que hacer tantos saltos de página para continuar la aventura. Pero se le coge rápido el truco, tanto a los saltos de página que hay que hacer de un fragmento a otro para seguir la historia, como a las batallas y usos de la suerte.
Lo recomiendo para cualquiera, pero sobre todo para aquellos que no se encuentren demasiado familiarizados con la lectura, que tengan un rato y les apetezca entretenerse. Es muy sencillo, tiene un vocabulario muy asequible y además se hace muy entretenido, pues no tienes que leer mucho de una vez, sino que vas leyendo poco a poco, te vas poniendo en situación, tiras dados, saltas de un lado a otro y, '''mientras estás leyendo, también estás jugando'''.
En la promoción de la que os hablaba, se promocionaban dos libros, este y otro de cuyo título no logro acordarme, que le tocó a mi chico de por aquel entonces. Entramos en la misma porque nos llamó la atención que se tratara de un libro-juego y porque nos recordó muchísimo a aquellos libros de D&D que tanto nos gustaban cuando éramos más jóvenes en los que tú eras el héroe o el bandido, en los que las decisiones a seguir en cada una de las encrucijadas con las que te encontrabas a lo largo de las páginas, aún partiendo de una serie de opciones dadas por el creador de la aventura, las tomabas tú mismo y, tanto si conseguías llegar indemne hasta el final del camino, como si te quedabas más tieso que una mojama cuando menos te lo esperabas, no era más que las consecuencias de tus propias decisiones, aunque estas fueran en sí la consecuencia de una serie de acciones anteriormente premeditadas por aquél que dio forma a la aventura a la que accedes cuando abres la primera página.
TÍTULO: El Hechicero y la montaña de fuego.
AUTORES: Steve Jackson- Ian Livingstone.
ILUSTRACIONES: Russ Nicholson.
TIpo de libro: Libro Aventura
Editorial: Timun Mas
Páginas: 181
Para aquellos que ya conozcan los libros de D&D de los que os hablaba anteriormente, este tipo de libros no supondrá ninguna novedad. Quizás para los que no los conozcan tampoco, puede que ya se hayan topado con otros que usen una dinámica similar, puesto que hubo un tiempo, después de que saliera este del que os hablo, que se pusieron bastante de moda entre ciertos sectores de la juventud. Y es que son libros diferentes, amenos, entretenidos y bastante adictivos, porque no tienen fecha de caducidad, porque cada vez que los lees te puedes encontrar con una aventura distinta. Además, El hechicero de la montaña de fuego, incluye una nueva novedad con respecto a este tipo de libros, y es que, además de poder tomar decisiones en base a lo que nos vayamos encontrarnos, las habilidades de nuestro personaje y la suerte que tengamos, también influirán en nuestro destino. Así pues, lo que realmente tenemos entre manos es una especie de libro de rol individual en el que nuestro máster serán las letras en las que nos indican qué es lo que nos encontramos en cada momento y en cada lugar al que nos desplazamos.
Cómo todo libro de rol, antes de comenzar, nos encontramos con las instrucciones básicas del juego. Cómo tenemos que rellenar la hoja de personaje, con la que nos encontramos en páginas posteriores, y qué dinámica seguir en cada una de las situaciones con la que podamos encontrarnos: combatir con los seres del mundo de las tinieblas, como hacer uso de nuestra destreza, resistencia y suerte, como actuar en los combates, como huir si se nos presenta la oportunidad, como restablecernos, como hacer uso de nuestra mochila de utensilios, etc....
La hoja de personaje está bastante bien, tiene los apartados necesarios para seguir la aventura sin problemas. Sin embargo, lo que si que le veo es que deja muy poco espacio en cada uno de los apartados para hacer nuestras anotaciones. En cuanto se encuentren con alguien que tenga la letra un poco grande, se le va a quedar pequeña enseguida. Por eso, además de por no guarrear demasiado el libro, recomiendo que se haga una copia de la misma en el ordenador o a mano y que sea ahí dónde anotemos nuestros progresos a lo largo de la aventura. Además se hace mucho más cómodo porque la podrás tener a mano mientras vas leyendo y no tienes que andar pasando páginas hacia atrás y hacia delante cada vez que te encuentras con una batalla o tienes que tirar los dados para algo relacionado con las características de tu personaje. Lo sé, porque como podréis comprobar en mi hoja de personajes, empecé escribiendo directamente en el libro, total, era con lápiz....xD
Para la lectura del mismo, por lo tanto, necesitaremos un lápiz y un par de dados de seis caras. No lo han puesto demasiado difícil teniendo en cuenta que en muchos juegos de rol necesitamos dados de distintas caras y muchas veces cualquiera no tiene por casa un dado de 8, 10 o 12 caras, por ejemplo. Sin embargo, dados de seis caras si que tiene todo el mundo de cualquier juego de mesa que ande por ahí por casa. Son los dados normales. Los de toda la vida. Y, si no se tienen, son fáciles de encontrar y baratos de comprar (aunque los otros tampoco es que salgan demasiado caros que digamos). Incluso, en el caso de que no se tengan dos dados, con uno sólo también puede valer, se tira dos veces y se suma el resultado, el procedimiento es el mismo, solo que un poco más cansado xD.
El estilo que se sigue en el libro es un tipo de "rol" descriptivo, parecido al que suele usarse en "Vampiro" y "D&D", aunque también depende del máster que tengamos en cada momento. Este tipo de rol se basa en decirnos lo que nos vamos encontrando en cada momento, ponernos en situación de lo que vemos y, según las circunstancias con las que nos encontremos en cada momento, decidir nuestra actuación. Claro, que cuando jugamos a rol en mesa no nos dan pistas de las opciones que tenemos, sino que se nos tienen que ocurrir a nosotros solitos, como si realmente nos encontrásemos de repente en esa situación, pensando siempre en las características que tiene nuestro personaje. Os pongo un ejemplo de esto que os digo:
Al entrar en la cueva, oyes el crujir de unas fuertes pisadas sobre el suelo rocoso a tu espalda. Te agazapas en un pequeño hueco abierto en la roca junto a la entrada. ¡Las pisadas suenan cada vez con más fuerza y un enorme Ogro irrumpe en la cueva! Mide más de dos metros de alto y se cubre con una tosca vestimenta hecha con la piel de un animal. En la mano lleva una enorme porra de madera. Puedes:
Atacarle al entrar Pasa al 16.
Deslizarte sigilosamente fuera de la cueva sin que él lo note Pasa al 2
Tratar de distraerle arrojándole algún objeto al rincón más apartado de la cueva Pasa al 119.
Aquí, los capítulos no son tales, sino pequeños fragmentos según lo que vayamos encontrando. En ocasiones vienen acompañados por un dibujo en blanco y negro para ponernos mejor en situación y que nos centremos algo más en lo que se supone que estamos viendo en ese momento. A mí, personalmente, me sobran las ilustraciones, me distraen de lo que yo iba imaginando en lugar de darme más pistas del lugar que me cuentan, pero considero que si que puede ayudar a otro tipo de lector.
Me ha gustado bastante. Además de ser de esos libros que puedes volver a leer con el paso del tiempo, pues probablemente tu forma de actuar no sea la misma en un momento que en otro, cada vez que lo lees te puedes encontrar con algo diferente. Aunque en ocasiones también se hace un poco cíclico, es decir, que tires por dónde tires te encuentras con Rodríguez, y acabas llegando al mismo pasaje. Al principio, lo que puede liar un poco, es que se lea por fragmentos y no por capítulos y que haya que hacer tantos saltos de página para continuar la aventura. Pero se le coge rápido el truco, tanto a los saltos de página que hay que hacer de un fragmento a otro para seguir la historia, como a las batallas y usos de la suerte.
Lo recomiendo para cualquiera, pero sobre todo para aquellos que no se encuentren demasiado familiarizados con la lectura, que tengan un rato y les apetezca entretenerse. Es muy sencillo, tiene un vocabulario muy asequible y además se hace muy entretenido, pues no tienes que leer mucho de una vez, sino que vas leyendo poco a poco, te vas poniendo en situación, tiras dados, saltas de un lado a otro y, '''mientras estás leyendo, también estás jugando'''.
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